Algunas situaciones que pasamos por alto
se acaban convirtiendo con el tiempo
en cuellos de botella
donde quedamos atrapados.
Es un secreto a voces, sin embargo,
lo que niega la farsa.
Pronunciadas pendientes
por las que se deslizan errores cotidianos
como una penitencia de por vida
y la vaga esperanza del desahucio.
Algunas situaciones aprovechan
las rachas sin defensas,
la anemia de los días
o las horas más bajas
para llegar a hacerse nuestros amos.