domingo, 20 de enero de 2013

Muérdago




De tierra, fuego y lluvia
se alimenta el muérdago del tiempo
cuando mido, en la balanza exacta,
la ingrávida ceniza de su peso.


Como un ciego verdugo golpea
con su bastón el rincón olvidado,
el abyecto refugio,
la más remota esquina
de la tela de araña que nos teje.

 
Nos  envuelve  la niebla,
el frío de la burbuja de cristal, el manto
de escarcha de la noche
que nos salva del día que perece.

 
Somos frágiles barcas
flotando sobre un mar de corales
temerosos de que un leve resquicio
nos traspase y sin querer 
volvamos, otra vez, a hacernos daño.

 

 

 

15 comentarios:

Amando García Nuño dijo...

Me ha entrado como un frío de burbuja de cristal, pero creo que me gusta.
Abrazos.

Mari Carmen Azkona dijo...

Y que no nos falte nunca el muérdago, Nines, ni su influjo protector. Somos tan frágiles… pero de esa fragilidad y su aceptación tiene que salir cosas buenas, como la solidaridad y estos versos.

Nunca me canso de leerte, no calles nunca.

Besos y abrazos.

Isolda Wagner dijo...

Qué alegoría tan equisita del tiempo. Me dejas sin palabras. Solo puedo difundirlo, para que todos lo disfruten. Ya la primera estrofa es enorme.
Besos, Nines, muchos

Luis Miguel Rodrigo González dijo...

Fenomenal Nines, un gran poema para leer y releer.

Un beso muy fuerte.

carmen jiménez dijo...

Delicioso poema Nines. "...La ingrávida ceniza de su peso" ¡Cómo pesan las cenizas! ¡Cuánto pesa el tiempo!
Un beso poeta.

El Mirón dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
La Solateras dijo...

Siempre merece la pena la espera de tus versos, Nines. Tus silencios a veces se nos hacen largos, pero al final siempre compensa encontrar estos poemas cargados de reflexión serena y de belleza.

Enhorabuena. Un beso.

Mariluz GH dijo...

Cuánta delicadeza... cierto que una se siente barca frágil, pero el tiempo también nos endurece.


Abrazos llenos de calor

Marisa dijo...

Así somos de frágiles
como una burbuja
que se rompe
con su peso.

Un beso

Maria Sangüesa dijo...

Excelente poema, Nines, siempre merece la pena esperar a que aparezcan tus versos, aunque me gustaría disfrutarlos con mayor frecuencia, que es lo que ocurre cuando se lee buena poesía. Un beso.

Rosa dijo...

Que placer leerte siempre Nines. El poema va avanzando con esas imágenes tan tuyas y tan certeras que te arrastran hacia el final con fuerza.

Un beso cielo

Rosa María dijo...

Has envuelto al precioso muérdago en emociones de vida y esperanzas, sabiendo que se adorna de verde y rojo como el semáforo del tiempo, donde el peligro y la libertad, se unen para recapacitar en psosición de aparcar siempre en la estación de la equidad.
Bello poema,
Rosa María Milleiro
http://poemas-rosamariamilleiro.blogspot.com.es/

Manuel dijo...

Nadie nos puede salvar del daño. Hasta que aprendamos que el dolor es el amigo que nos avisa del peligro, y le seamos fieles.

Magnífico poema, corazón.

Un beso.

Laura Caro Pardo dijo...

Creo que es inevitable que nos hagamos daño; que la vida es herida permanente de la que hayq ue aprender.

Y creo que eres una poeta inmensa.


Un besote, reina.
Y .. ¡ felicidades en este día!

BEATRIZ dijo...

"Nos envuelve la niebla" bella imagen.

un texto bien sentido.

Saludos.