De tierra, fuego y lluvia
se alimenta el muérdago del tiempocuando mido, en la balanza exacta,
la ingrávida ceniza de su peso.
con su bastón el rincón olvidado,
el abyecto refugio,
la más remota esquina
de la tela de araña que nos teje.
el frío de la burbuja de cristal, el manto
de escarcha de la noche
que nos salva del día que perece.
flotando sobre un mar de corales
temerosos de que un leve resquicio
nos traspase y sin querer
volvamos, otra vez, a hacernos daño.
15 comentarios:
Me ha entrado como un frío de burbuja de cristal, pero creo que me gusta.
Abrazos.
Y que no nos falte nunca el muérdago, Nines, ni su influjo protector. Somos tan frágiles… pero de esa fragilidad y su aceptación tiene que salir cosas buenas, como la solidaridad y estos versos.
Nunca me canso de leerte, no calles nunca.
Besos y abrazos.
Qué alegoría tan equisita del tiempo. Me dejas sin palabras. Solo puedo difundirlo, para que todos lo disfruten. Ya la primera estrofa es enorme.
Besos, Nines, muchos
Fenomenal Nines, un gran poema para leer y releer.
Un beso muy fuerte.
Delicioso poema Nines. "...La ingrávida ceniza de su peso" ¡Cómo pesan las cenizas! ¡Cuánto pesa el tiempo!
Un beso poeta.
Siempre merece la pena la espera de tus versos, Nines. Tus silencios a veces se nos hacen largos, pero al final siempre compensa encontrar estos poemas cargados de reflexión serena y de belleza.
Enhorabuena. Un beso.
Cuánta delicadeza... cierto que una se siente barca frágil, pero el tiempo también nos endurece.
Abrazos llenos de calor
Así somos de frágiles
como una burbuja
que se rompe
con su peso.
Un beso
Excelente poema, Nines, siempre merece la pena esperar a que aparezcan tus versos, aunque me gustaría disfrutarlos con mayor frecuencia, que es lo que ocurre cuando se lee buena poesía. Un beso.
Que placer leerte siempre Nines. El poema va avanzando con esas imágenes tan tuyas y tan certeras que te arrastran hacia el final con fuerza.
Un beso cielo
Has envuelto al precioso muérdago en emociones de vida y esperanzas, sabiendo que se adorna de verde y rojo como el semáforo del tiempo, donde el peligro y la libertad, se unen para recapacitar en psosición de aparcar siempre en la estación de la equidad.
Bello poema,
Rosa María Milleiro
http://poemas-rosamariamilleiro.blogspot.com.es/
Nadie nos puede salvar del daño. Hasta que aprendamos que el dolor es el amigo que nos avisa del peligro, y le seamos fieles.
Magnífico poema, corazón.
Un beso.
Creo que es inevitable que nos hagamos daño; que la vida es herida permanente de la que hayq ue aprender.
Y creo que eres una poeta inmensa.
Un besote, reina.
Y .. ¡ felicidades en este día!
"Nos envuelve la niebla" bella imagen.
un texto bien sentido.
Saludos.
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