viernes, 7 de diciembre de 2012

Nube negra



Como mancha de alquitrán que todo lo cubriera
quiso una nube negra que el día se embarrara
aplastando con su mano de hierro
el precario equilibrio que tienen las jornadas.


Da igual si hoy es nube, mañana sol templado,
o pasado, o después, un viento cálido:
serán otras razones las que,
como oscuros designios, con férrea fidelidad
nos acompañen.


¡Tan vano es el esfuerzo de medir
cuando las soledades se cubren de amenazas!.


Amenaza del tiempo
que hoy extiende su capa, negra como su ala,
y estrangula sin tregua
la energía silente que nos merma
como un virus que todo lo propaga.

 
Ahora que el trueno ya ha pasado
y su rastro destempla mi garganta
ahora solo queda olvidar
y volver al lugar donde alguna vez
vivieron dulcemente los quebrantos.