sábado, 20 de septiembre de 2014

Sueños


Hay sueños desvaídos
que se lleva de golpe la memoria
como pompas de jabón antes
de que podamos atraparlas.
 
Otros nos sobrecogen en medio de la noche
hasta que acude puntualmente
la mañana y nos rescata.
 
Pero a veces algunos son tan nítidos
que se quedan pegados
a la almohada
y atraviesan esquinas y rincones
dejándonos un resquicio de luz,
un reguero de plata,
un río con su curso accidentado,
un hilo condductor del que tiramos.
 
Tal vez son espejismos,  claves
que nos delatan, faros
que nos alumbran y recuerdan
de qué puerto partimos
y a qué lugar llegamos.
 
Sueños como largos abrazos
como piezas del puzle
que inesperadamente nos encajan.