pero es el mar el que le dio la espalda
(Francisco García Marquina)
Acaso una mañana culminada de ausencia
regreses del lugar sin estacionesdonde los trenes desembocan en vía muerta.
la herrumbre que cubre la boca
de oxidado silencio, la carcasa de piedra
que contractura el arco de tu espalda,
el mapa de la piel que esconde la memoria
-inútil trampantojo del olvidado tacto-
para no dejar al aire las vergüenzas.
Acaso al fin comprendas
que no existen los héroes
que el tiempo no regresa
que tú no fuiste quien se dio a la fuga
que no existen los héroes
que el tiempo no regresa
que tú no fuiste quien se dio a la fuga
y que solo nos queda contemplar,
como en la infancia, el surco de espuma
que deja la resaca
después del paso breve de las olas.