sábado, 25 de enero de 2014

Contraluz




                                                                                                a mi amiga Isabel


Como el pájaro herido que recoge
del aire el soplo necesario
cuando su cuerpo abatido se derrama
regresas del miedo y acaso del olvido
para volver a contemplar desde el impulso
la frágil mariposa de tus alas.

 
Desafías el dolor de todos los pronósticos
a contraluz del agua que refleja
el rostro inacabado de los cielos
y abarcas de nuevo la brisa, la mañana,
el minuto a minuto que aún te queda.

 
Sabes desde hace tiempo que el futuro
es una cita incierta y que la noche
y su temblor de algas te recuerda
ese arco en tensión de donde huyes
por si fueras el blanco de la flecha.