viernes, 7 de diciembre de 2012

Nube negra



Como mancha de alquitrán que todo lo cubriera
quiso una nube negra que el día se embarrara
aplastando con su mano de hierro
el precario equilibrio que tienen las jornadas.


Da igual si hoy es nube, mañana sol templado,
o pasado, o después, un viento cálido:
serán otras razones las que,
como oscuros designios, con férrea fidelidad
nos acompañen.


¡Tan vano es el esfuerzo de medir
cuando las soledades se cubren de amenazas!.


Amenaza del tiempo
que hoy extiende su capa, negra como su ala,
y estrangula sin tregua
la energía silente que nos merma
como un virus que todo lo propaga.

 
Ahora que el trueno ya ha pasado
y su rastro destempla mi garganta
ahora solo queda olvidar
y volver al lugar donde alguna vez
vivieron dulcemente los quebrantos.


17 comentarios:

Isolda Wagner dijo...

Por supuesto me quedo con la última estrofa, por lo que tiene de nube blanca. Es un gran poema y conmueve de la primera a la última línea. Impresionante esa mano de hierro que aplasta los días en precario equilibrio. Mil besos, poeta.

La Solateras dijo...

Estás que te sales, Nines.

Y qué verdad más grande cuando dices;
"¡Tan vano es el esfuerzo de medir
cuando las soledades se cubren de amenazas!"

Abrazos mil.

Mariluz GH dijo...

Gracias a Isolda he sabido que tienes un blog... ¡te encontré! y me quedo encantadísima de hacerlo.

Los últimos versos estremecen :)

un abrazo grande, Nines

Anónimo dijo...

Impresionante descripción de una catarsis en todas sus etapas, has utilizado un lenguaje riquísimo y descriptivo, con un final que despeja los nubarrones del alma de una manera naturalmente sabia.
Es muy bueno, cuando lo leo parece que cobran vida las palabras, porque cada una ocupa su lugar y su fuerza.
Genial, estás en un despegue imparable, me ha gustado muchísimo.
Un beso muy fuerte.
Obama.

Amando García Nuño dijo...

Gran poema, de los que llegan. Se puede acompañar de la canción de Sabina, del mismo título, con un texto nada desdeñable de su amigo Luis García Montero. Seguiré tu blog. Un abrazo.

Marisa dijo...

¡Qué gran poema Nines!

Después del trueno
que se establezca la calma
para seguir bregando
al compás de la vida.

Un grandísimo abrazo.

Laura Caro Pardo dijo...

¡ Cómo me alegra poder beber tus versos tan exquisitos! Y pensar que lo tenías tan calladito...

Me encanta la "mano de hierro que aplasta el precario equilibrio que tienen las jornadas"; me entusiasman los versos " ¡Tan vano es el esfuerzo de medir
cuando las soledades se cubren de amenazas!" .

Un abrazo enorme, poeta.

Elvira Daudet dijo...

Impresionante poema, querida Nines, con una primera estrofa que deja sin respiración, como si la mano negra te apretara la garganta. Sólo la técnica de un buen poeta consigue conducirlo a la serenidad final. Mis felicitaciones, niña-
Besos
Elvira

carmen jiménez dijo...

Me sumo a las felicitaciones querida Nines y a ese esfuerzo vano de medir (vivir)cuando las soledades se cubren de amenazas. Y sin embargo toda su dureza se diluye en los últimos versos.
Un abrazo y espero nos encontremos pronto otra vez.

Manuel dijo...

Bueno, bueno: llego tarde a las felicitaciones, pero te dejo la mía. Más pobre pero igualmente sincera.

Me gusta tu poesía, me gusta el intimismo y cómo lo manejas.

Un beso.

Rosa dijo...

¡Muy bueno corazón! El final me ha producido una sensación de impacto total... Es curioso, pero al leerlo, como en los buenos libros, he sentido el placer de haberlo comenzado para poder llegar a él.

¡Enhorabuena! mi querida poeta amiga.
Un beso grande

Luis Miguel Rodrigo González dijo...

Se hizo esperar pero como siempre dando en el clavo. Y cada vez con más contundencia.
Otro gran poema, Nines, de verdad. Te mereces todos los elogios.
Un beso muy fuerte

ohsinopeus dijo...

es increíble como arrimas las tempestades, encierras mares y limpias la mierda de mis ojos en azotes como este. es un privilegio contemplar el resignado espanto de tu mano.
Un beso -nunca lo suficientemente agradecido por tus comentarios-

Anónimo dijo...

Nines, después de este poema solo queda abrir la puerta, respirar hondo y estrenar vida. (El portazo no es imprescindible). Creces, querida, creces. Un beso. Carmina

Maria Sangüesa dijo...

Impresionante poema, Nines, desde el primer verso hasta el último. Me quedo con todos. Es buenísimo, nos haces llegar una honda catarsis que impulsa hacia adelante. Te mando un fuerte abrazo.

Mariluz GH dijo...

Vuelvo para dejarte un enlace a mi Diario de un loco, donde encontrarás mis deseos para estas fechas. Están creados a mi estilo, como siempre. "Especial fiestas" para ti y todos los tuyos.

Un abrazo, Nines :)

Enrique Gracia Trinidad (EGT) dijo...

Siempre se añora leer lo que escribes. Como este poema tan especial.
Gracias por compartirlo
Enrique